22 de septiembre de 2009

Aves y tinta

Éste un poco más ñoño de lo común




Estos versos de gorrión

muy bajito pero vuelan,

deliran con llegar cantando hasta tu árbol

golondrina que te vas de los mares de mi historia,

avioncito de papel estraza 

donde trazo mis deseos de huir

ojos de lechuza

labia estriada en el trino nocturno,

parecida al chip-chip que sólo se le oye al petirrojo

versos prehispánicos de pluma de quetzal

besos tempranos de halcón peregrino

besos de 140 bpm

y en horas hábiles 

con doble turno 

del pájaro carpintero;

besos narcófagos 

que zopilotean nuestra muerte prematura

nuestra incipiente muerte en cascarón de agave

pelícano que me lleva en la punta de la lengua

hablo de tu voz a donde vaya 

covereando tus palabras sin medias tintas

tu voz, la poesía del jilguero parva

que flamenquea mis bocetos más ripiosos

tu voz cucú, 

tu voz ruiseñor,

tuvo su corona en el “pálido fuego” de un ampelis 

mi señorita calandria de la voz azul

ave de cuatrocientas voces

ave de agua que escribió el que da vida, 

poquita cosa, como un pardo pajarillo

y a veces, ave de paso.

A estas alturas, sólo tu alpiste 

me da la voz de la poesía

que nace cuando muere el silencio, y

luego de su fuego, caigo en picada sobre la presa

sobre ti

hablo sobre ti

aunque soy ave de mal agüero

y mis noticias presagian las notas de un réquiem.

Me muero en la raya contigo

alzando el vuelo con la propina del aire 

que dejas en cada aleteo

en cada golpe de remo

en cada rama que habitamos

en cada mudanza trasatlántica

y siempre estás tú, al fondo de mí, Altazor,

eterno huitzi-tzi-tzi-tzi-lopochtli

que repite y repite y repite 

nevermore. Bye, Bye, mirlo enamorado,

cuar, cuar, cuar… Comala.

Sriiii, sriiii, sriiii… La Jimba.

Pea… pea… pea… ¿dónde?

Poesía, ¿eres tú?

Aguarda un instante eterno en mi nido

ya ves que el tiempo 

se pasa volando.



México Tenochtitlan

Agosto de 2009

Adolfo Ramírez


1 comentario:

Disleccia dijo...

paseando por la web, encontre tu blog, buenos poeminimos.