28 de abril de 2015

Canciones para jirafas

Hace una semana mi amigo cancionista Gama Arche y yo, dimos a conocer el video titulado "Tú". Es curioso que en los créditos la canción aparezca escrita y musicalizada por Gama y yo. La historia de esa canción es cuando menos inquietante, pues hemos anunciado el compromiso la desfachatez de asegurar que se trata del inicio de un proyecto entre los dos.

Quiero empezar contando que Gama Arche debió ser basquetbolista. El vato originario de Guaymas, Sonora) parece un alebrije que entre gacela y jirafa juega el balón como verdadero crack. Si el destino fuera mas justo (o quién sabe qué otros factores se hubiesen reunido en él), seguramente estaría encestando balones desde hace mucho. Pero alguna tarde, mientras practicaba baloncesto, justo cuando comenzaban a fijarse los equipos en él, sufrió una lesión en la espalda que lo alejó de las canchas, y el sueño se perdió. Su vida como basquetbolista se redujo a coleccionar estampitas de los jugadores. Después, por error, halló una guitarra. De ahí se prendió del instrumento (y de la guitarra también) durante la segunda parte de la adolesencia y hasta aquel viaje en que nos conocimos en el DF. Cuando lo topé cantaba rolitas de Drexler, pero ya tenía un vergonzoso pasado guitarreando canciones poperitas de amor. En aquella época ya soltaba un poco más la pluma y escribió un puñado de temas que grabamos en la casa del HACS. Eso dio luz a un disco llamado "un sabor a vida" pero que nunca fue publicado, vaya usté a saber por qué, pues el disco era bueno. 
Luego los años, los daños, los amoríos y las pláticas por internet. Amistades de ésas que duran un montonal. Gama grabó un disco muy abstracto, muy retorcido, con letras abrumadoras llamado "Visionante", y aunque es mi amigo, siempre le dejé claro que no me gustó dicho material. Creo que se encabronó. Posteriormente grabó "el color del siglo XXI": un disco de jazz, con músicos impresionantes, letras buenas, y una experiencia musical con verdadero virtuosismo musical. Vaya usté a saber por qué tampoco lo publicó.

El caso es que el Gama se fue a vivir al DF (a mi casa concretamente), y durante el año y medio que radicó allá, realmente fue poco lo que escribimos juntos. A mí me cuesta mucho trabajo hacer cosas en equipo.
Total que mi camarada llegó buscando abrirse camino en la escena musical de la gran ciudad. Armamos una gira por distintas ciudades, hicimos un ruidajo y lo pasamos muy buen. De ahí salió el disco "Esto algún día tendrá sentido", con recopilación de grabaciones por separado y un poema-canción grabado en esos días. Pero nunca se dio del todo su despunte musical. En cambio, se le ocurrió ir a entrenar a las canchas del deportivo Xochimilco y lo vieron jugar algunas personas que lo invitaron a un equipo, luego a otro y luego a otro, y a los meses ya estaba jugando un campeonato nacional en Oaxaca. Así es esto de las paradojas: cuando buscó triunfar en el basquet, encontró la música por error y cuando buscó triunfar en la música, encontró el basquet por error. La vida de las jirafas es cosa curiosa. Durante el año que el Gama estuvo en el DF se dedicó a encestar y dejó estacionada la guitarra. Mi papá se aguitó, y le preguntó que por qué había dejado la música, entonces el Gama le dijo: tengo unos cinco más para jugar en mi plenitud; para tocar la guitarra tengo toda la vida. Y así fue. El Gama volvió al mundo de las jirafas: a coleccionar canastas, tenis de Michael
Jordan y estampitas de basquetbol. Para entonces yo también agarré un trabajo semi demandante y dejamos de musicalizar nuestros desvaríos y grabar nuestros sueños versificados. Un día el Gama me habló y me dijo que lo habían corrido de la chamba y se regresaba cuanto antes a Guaymas. Por supuesto le respondí que estaba loco y a la semana siguiente me corrieron del trabajo a mí también. Como por azares del destino agarré una chamba en Guaymas y mientras el Gama viajaba a Guaymas por tierra, yo lo hacía hacia la misma latitud en avión. Mientras volaba me preguntaba si bajo esas nubes andaría ese cabrón.
Pero todo comenzó por una canción de autoría compartida llamada "Tú". Resulta un día estaba yo repasando los acordes de una viejísima rola mía, y Gama (que iba pasando por mi habitación) dijo: a ver, a ver, otra vez toca eso. Entonces hice una secuencia muy sencilla de la mayor, re fa, y otro acorde en forma de araña y este cabrón me arrebató la guitarra completando un círculo mucho más bonito. Al rato lo vi tarareando una musiquita junto a una terrible caligrafía en su clásica libreta amarilla. Momentos después me enseñó un parrafito que alimenté con otros versos y otros más que al rato ya eran una canción. Ahí salió "tú".
Esa mágica combinación se repite este viaje como un sueño al que se regresa en diferentes ocasiones. De repente canciones que llevaban años estancadas, salen de mi libreta y van a posar en la voz de mi camarada. Cuando vimos que había suficientes para un disco, pensamos que era momento para anunciar que "Tú" sólo es el comienzo de algo mayor. Total, el Gama siempre sabrá muy bien hacer canciones para jirafas.


Guaymas, Sonora.
Adolfo Ramírez.










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