La manta de los sueños

Para Daniela.

Salgo a pescar sin caña,  

a la guerra sin fusil  

y al amor sin amor.  

Mi estrategia, siempre la huida,  

pero aquí estoy,  

con la torpeza de un guerrero 

que se enfrenta al mar,  

con la ternura de un pescador 

que se adentra en la batalla más sangrienta.

Su mirada sabe a libertad  

ganada a fuerza de tiros,  

guerrera incansable que nunca me negó un vaso de amor,  

ni un cariño de agua simple,  

y en cien años de lucha,  

una gota derramó al cielo.

Navego en una balsa de canciones,  

quizás porque quiero perder esta batalla  

como los poetas arrojados,  

que ven en un verso la guadaña que hace

que los reyes caigan como moscas.

En el camino hacia su encuentro,  

no sé si soy feliz o simplemente menos desgraciado  

a las faldas de esta noche 

previa a una carnicería. 

De pronto los peces, saltan a mis manos,  

las respuestas brotan como manantial de mi boca. 

Ella tampoco quiere pelear,

pues a veces las batallas no necesitan guerreros,  

sino pescadores.

*Hace años escribí este tonto poema que hace referencia a las batallas medievales y la desgracia que había en pelear una de estas cruzadas con pescadores y campesinos, en vez de guerreros bien preparados. Lo escribí después de un concierto al que fuimos Teken, Ladi, la prima y yo a Tlaxcala y nos pasaron una serie de hechos completamente inexplicables. Llegué a casa de madrugada, el Tekensuelo estaba online, pues se quedó pisteando otro rato en soledad, y le comenté que quería compartirle un texto, pero me dijo que ya lo había leído, y yo contesté que era imposible porque lo acababa de escribir. Como no le creí, lo reté a que me dijera de qué se trataba, y no solo hizo referencia al tema sino que recitó de memoria los primeros versos casi casi tal como los escribí: "Salgo a pescar sin caña y a la guerra sin fusil"... me quedé atónito y él no tanto, pues estaba borracho. Al otro día, recuperando el rompecabezas, nunca supimos si yo le envié el archivo y no lo recordé (no aparecía en el historial) o la intensa plática de regreso fue prácticamente hecha con los retazos de este poema que se fue creando en el trayecto. El poema ya no me gusta del todo, pero lo dejaré público para recordar aquella noche extraña.

imagen tomada de